miércoles, 30 de noviembre de 2016

Entrenamiento mental en niños desafiantes


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Trabajar con niños dota al Psicólogo de muy buenos ratos de diversión y convivencia, donde los aprendizajes se encuentran "a la vuelta de la esquina", ya que como todos los educadores mencionan, "El adulto aprende más de un niño, que el niño del adulto" y en mucho casos puede ser del todo cierto.

Pero aunado a ello, es importante mencionar las dificultades por las que uno pasa al trabajar con niños y en específico con niños desafiantes al brindarles herramientas psicológicas. 

Primero que nada solemos encontrarnos con el papá que esta más interesado en el deporte, que el niño; o incluso que el papá quiere que el niño sobresalga más que el propio niño, en donde en muchos casos, no hay un verdadero interés, ni por entrenar, mucho menos por aprender cuestiones psicológicas.  

Otra de las cuestiones comunes, es lo difícil que se vuelve trabajar con niños que tienen problemas de conducta, padres ausentes, falta de límites, etc., donde no respetan la autoridad y difícilmente escuchan lo que se les transmite o se involucran activamente en una tarea.

Si observamos a fondo, podemos darnos cuenta de lo complejo que se torna trabajar con un niño que no quiere que estés ahí, enseñándole lo que tienes que mostrar, y más que como niños, piensan que no tienen otra alternativa más que acatar los deseos de los adultos y pueden sentirse impotentes y sin poder influir en lo que pasa en su vida.

Por ello, el papel del Psicólogo del deporte como cualquier otro educador, consistiría en ir más atrás y volverse de entera confianza para el infante, reconociéndolo como individuo, respetando lo que tiene que decir e involucrándolo directamente en la toma de decisiones de actividades y tareas a seguir, por que en verdad, no es cuestión del niño, sino de las carencias que tiene en su educación y vida.

De esta manera, es sencillo identificar dónde está el trabajo, pero como en muchos casos, cuando no tienes acceso a los padres o estos se niegan, hay que luchar con pasos fuertes para que aún sin su colaboración, los niños tengan aprendizajes significativos.

¿Y como hacerle? Se ha de decir que no es cosa del otro mundo, pero que a veces solemos olvidar. Una de ellas es el valor del juego y la actividad práctica, saliéndonos un poco de la teoría y de la búsqueda de reflexión y generación de consciencia, podemos desarrollar actividades que al niño le gusten donde se trabajen las habilidades mentales perseguidas, y esperar al momento en el que esté listo, para entonces si, abordar el tema de manera más tradicional.

Por ejemplo, si ha de enseñárseles habilidades para mejorar la atención a un niño de 8 años que practica golf, pero que le encanta el fútbol, podría dibujar una portería en la pared con números en ella y pedirle que tiré hacia el número que se le indica verbalmente, si comienza a dominar esa tarea podría aumentar la dificultad del ejercicio, siguiendo el consejo de un colega, en donde numera balones, y la tarea consiste en patear el balón indicado por la instrucción verbal. Así tendría una sola instrucción: 3, 3, en donde patearía solo el balón 3 con dirección al número 3 en la portería. 

Posteriormente ya que hemos ayudado a desarrollar un poco la habilidad, entonces podríamos ahora trasladarla al golf, con ejercicios similares en el putting green y una vez ahí, aportar algunos comentarios donde se encamine al proceso de reflexión o semi teorico.

No esta por demás recordar que aunque la atención mejore en ese ejercicio, no implica que el niño ahora tenga la habilidad para mantenerse atento en un torneo o entrenamiento, pues los elementos a los que hay que poner atención o los que distraen, son completamente distintos y por ende las necesidades. Así que ya ganada la confianza y generado el proceso reflexivo, entonces se puede dar paso al entrenamiento de la atención como se marca en los libros de psicología deportiva, con planes atencionales, de reenfoque, de interferencia de tareas, etc.

Les dejo unos links, sobre el trabajo con niños desafiantes: 
Parte 1. https://www.youtube.com/watch?v=PqkUZRYlpio 
Parte 2. https://www.youtube.com/watch?v=w9QvLQlxWek
Parte 3. https://www.youtube.com/watch?v=GaI82QsQ3IU




jueves, 20 de octubre de 2016

Dificultades del automovilismo. La Carrera Panamericana





A partir del 14 de Octubre hemos tenido oportunidad de contemplar uno de los eventos más fascinantes del mundo automovilístico, me refiero a la Carrera Panamericana, la cual se caracteriza por ser un Rally en México con pilotos y equipos de todo el mundo, pasando por carreteras federales, estatales y secundarias de asfalto, a lo largo de siete días, con un recorrido total aproximado de 3,000 kilómetros, el cual varía dependiendo de la ruta anual. 

Además, otra de las características más impresionantes son las condiciones de los autos que participan, pues esta competencia esta reservada únicamente para automóviles fabricados entre los años de 1940 y 1965, con cierta modernización en aspectos de suspensión y seguridad, donde los automóviles permitidos se dividen en cuatro grupos y nueve categorías.

De modo que si nos acercamos a las demandas que tanto el piloto, como el navegante y equipo de mecánicos enfrentan, nos damos cuenta de la demanda física y psicológica que tienen que enfrentar a lo largo de la travesía por entre 9 y 10 estados de la república en tan solo 7 días, donde la falta de sueño, las continuas exigencias y el riesgo de accidentarse, se tornan en factores cada vez más difíciles de sobrellevar.

Recientemente platicando con el ingeniero responsable de motores para un equipo participante, pudimos percatarnos de lo apremiante del trabajo psicológico en este tipo de deportes y eventos. Por poner un ejemplo, pudimos dilucidar el enorme riesgo que implica la participación para el piloto y el navegante, quienes al transitar por carreteras a más de 250 km, con diferentes relieves, condiciones, curvas con constantes cambios de dificultad, barrancos, etc., tienen que poseer una excelente comunicación, y trabajo en equipo. Confiar en las habilidades de cada uno, para interpretar el camino, guiar, prever y sortear dificultades. Aunado a ello, la enorme responsabilidad que recae en cada uno, pues quien al cometer un error, no ganan una sanción, sino en muchas ocasiones pueden ocasionar que tanto ellos como los otros competidores, pierdan la vida al simplemente estrellarse contra un objeto o caer en el barranco.

Siguiendo esta linea, también pudimos dimensionar la responsabilidad del equipo mecánico para proveer las circunstancias necesarias, los ajustes, el desarrollo de piezas, las refacciones, el cambio de llantas, en general la puesta apunto del auto, donde un ligero error en cualquier área, puede cambiar radicalmente las circunstancias y promover o disminuir la seguridad para aquellos quienes se suben.

Ahora bien, como en cualquier competencia, los errores no dejan de estar presentes, pero bajo estas circunstancias, qué pasa tras repetidos errores. Generalmente viene cierto tipo de superstición, ¿deberé subirme nuevamente?, ¿qué tal si es una señal de que algo más puede pasar?, ¿el carro realmente estará en condiciones adecuadas?,  la confianza disminuye y los miles de pensamientos nocivos respecto a posibles consecuencias no dejan de aparecer, entonces ¿qué decisión tomar?

En el automovilismo suelen decir que tras un accidente, si no te vuelves a subir inmediatamente, difícilmente vuelves a hacerlo. Desde el mundo de la psicología podría bien definirse como estrés postraumático, pero ¿qué pasa si bajo esas condiciones realmente te subes y no cuentas con los recursos para dejar el episodio atrás? Inevitablemente, el resultado no será del todo satisfactorio, porque no existe buena capacidad para enfocarse en lo que se tiene que hacer, viene el miedo, la ansiedad con todos sus cambios fisiológicos y mentales, se limita el movimiento y la capacidad cognitiva para tomar decisiones y seguir una estrategia, sería como profecía autocumplida, efectivamente pasará algo.

De modo que, no podemos dejar de lado la importancia de generar recursos personales y como equipo para pulir aspectos técnicos y tácticos, aprender de los errores, llevar más provisiones, ajustar mejor las piezas, cambiar a materiales más resistentes, y desde luego recursos mentales para enfrentar complicaciones, lidiar con el cansancio adoptando técnicas más efectivas de recuperación, planes atencionales, detención de pensamiento, autoinstrucciones, etc., un sin fin de alternativas de las cuales asirse. 

Ahí esta la mejora, ahí es donde las pequeñas diferencias hacen una gran diferencia, ahí es donde los resultados se logran, no debidos al azar, sino al trabajo y esfuerzo.


lunes, 26 de septiembre de 2016

¿Qué es la verdad?


En psicología, la rama en la que me formé, la verdad está asociada inherentemente con la realidad, por ende, resulta imperante comenzar explicando a que se refiere.

Existen dos visiones de realidad, la primera, se liga con el supuesto de que no existe una realidad “real”, es decir, cada quien filtra la información e interpreta el mundo conforme a sus experiencias de vida, aprendizajes, creencias, cultura y medio social. Por ejemplo, una persona con un trastorno esquizofrénico, considera que las alucinaciones tanto visuales como auditivas que posee son reales, es lo que su cerebro le permite ver e interpretar del mundo, para él, no existe otra forma. No obstante, para el resto de la gente, esa realidad es errónea y aquí tenemos el otro supuesto de realidad, el cual alude a la creación de un sistema normativo bajo la campana de Gauss, donde damos por sentado que ese trastorno o cualquier otro, se encuentra en el extremo, donde no se ubica la mayoría.

El problema radica en si realmente podríamos establecer como verdadera cualquiera de esas realidades, similar a como pasó con los Alemanes Nazis, su sociedad creía fervientemente en la raza aria, discriminaban y mataban a cualquier persona que fuese mestiza. En ese ejemplo, la sociedad alemana en su gran mayoría (al centro de la campana) consideraba ese pensamiento normal, mientras que en los extremos se encontraban los radicales o "traicioneros al país" considerados como aquellos que no poseían la verdad. Si por el otro lado, tendemos a decir que la visión de cada persona sobre el mundo es verdadera para sí mismo, nos encontraríamos con múltiples problemas sociales, riñas, disputas, egocentrismo, entre otros.

Esta descripción me parece un tanto similar a la visión de la filosofía epistemológica y ontológica, ya que al plantear una analogía con el ejemplo donde, "si el árbol cae y nadie lo escucha entonces ¿realmente cayó?". Normativamente u ontológicamente podríamos decir que si, y claro que si lo escuchan directamente se aludiría a cómo percibe esa realidad, podría hablarse un tanto de epistemología.

Por tanto lo más conveniente es tratar de generar una realidad más global a partir de integrar diferentes verdades desde diferentes enfoques, para acercarnos aún más al conocimiento, aspecto que podría verse como normativizar. De este modo, en psicología cuando se plantea un experimento con enfoque cuantitativo, es importante realizar una investigación exhaustiva, no solo para indagar en la viabilidad del estudio, generar nuevas preguntas de investigación o pulir las hipótesis ya creadas, sino para tener un panorama más amplio de diferentes enfoques a través de los cuales se ha observado o investigado el fenómeno, y así obtener conocimiento verdadero. Claro está que no hay que dejar pasar por alto el hecho de que cada conocimiento nunca es absoluto, nunca está terminado y te lleva a nuevas preguntas y nuevo conocimiento, pero entre más podamos acercarnos, mejor será nuestro entendimiento del mundo y calidad de vida que podamos tener.

Por otro lado y no en todos los círculos de investigadores, se ha dado un ferviente afán de realizar experimentos donde las hipótesis alternativas se confirmen, y para ello, algunos investigadores pueden llegar a falsear la verdad a través de la modificación de datos o información, con el afán de que sus ideas se comprueben, olvidando que el error o el acierto también puede llevar a encontrar el conocimiento. 

Y no lejos de ese ámbito, que en ocasiones puede parecer muy ajeno, tenemos ejemplos claros en la vida cotidiana, donde es más fácil mentir para evitar la penalización social o enfrentar las consecuencias, que ser honesto y decir la verdad. Tal es el caso de Lance Armstrong, quien independientemente de su alto compromiso y sistemático entrenamiento, dio positivo en dopaje, lo cual es un arma de tres filos, tanto que realmente consumió conscientemente (miente), como que consumió a través de un alimento sin ser consciente (dice la verdad), como que la verdad cambio en ese tiempo y sustancias que no eran activas, o no se consideraban como productoras de alteraciones de rendimiento en momentos previos, lo fueron para ese entonces (reajuste de la nueva verdad). 

Otro de los casos en los que la verdad ha estado comprometida, es el caso del fabricante de bicicletas y ciclista escocés, Graeme Obree, quien sin ser profesional rompió el record de la hora en 1993 y en 1994 con una bicicleta hecha con sus propias manos, innovando en el diseño y técnica postural, lo cual enfureció a muchos directivos y comenzaron a modificar las normativas, de modo que cada nueva implementación que el diseñaba, generaba una nueva adecuación del reglamento y era castigada con el retiro de sus premios (manipulación de la verdad). Y bueno, ni hablar de los políticos y nuestro querido presidente, quienes por “herencia” tienden a manipular la verdad conforme a sus intereses.

De modo que la pregunta es, ¿cómo saber si es verdad, mentira o manipulación de la verdad? Pues al parecer, así como la realidad y el conocimiento, no existe una respuesta satisfactoria ni completa. Habrá que sentarse a analizar a fondo, investigar, cuestionar y debatir respecto a cada enunciado o aspecto que queramos acreditar, para así aunque al final resulte que erremos, nos hayamos acercado lo más posible a la verdad.