lunes, 4 de agosto de 2014

Autoconfianza.



Como muchos otros conceptos dentro de la psicología, se han realizado diversas aportaciones para poder definir el concepto. Buceta (2004), considera que “es un estado interno que implica un conocimiento real de la dificultad del objetivo, de los recursos propios que uno puede utilizar para conseguirlo y en función de todo ello, las posibilidades realistas que uno tiene de lograrlo”.

De modo que el deportista que la posee conoce aproximadamente sus posibilidades reales y dificultades que le facilitarán o impedirán conseguir determinado objetivo, pero además, sabrá cuáles son las conductas propias que debe de emplear para que las posibilidades favorables existan y en caso contrario la forma de neutralizar las dificultades (Buceta, 2004).

Por otra parte Vealey (2001 citado en Weinberg y Gould, 2007), concluye que la autoconfianza es “la creencia o el grado de seguridad que poseen los individuos sobre su capacidad para ser exitosos en el deporte”.

En la teoría cognitiva-social de Bandura, se propone a la autoconfianza como generadora de autoeficacia. Esta última se define como “la creencia en la propia habilidad para organizar y ejecutar los cursos de acción necesarios para obtener determinados logros” (Cox, 2007).

Bandura (1986 citado en Borkow, 1995), también comenta que  la autoeficacia puede verse como el modo en el que la gente juzga sus capacidades para organizar y ejecutar series de acción que requieren el desempeño de ciertos tipos de actividad.

¿Por qué  razones es importante esta variable en el deporte?

Buceta (2004) ha manifestado la importancia de desarrollar la autoconfianza en los deportistas, principalmente en jóvenes. Comenta que es importante fortalecer su proceso formativo en dos aspectos:

1. Como deportistas. Debido a que la autoconfianza es la clave para que progresen, sean capaces de afrontar satisfactoriamente las situaciones más difíciles de las competiciones y sigan trabajando con la ilusión de alcanzar metas ambiciosas.

2. Como personas. Debido a que confiar en uno mismo ayuda a afrontar las demandas de la vida y contribuye a mejorar el autoconcepto y la autoestima.

En cuanto a otras perspectivas, se encontró que existe una relación positiva entre niveles altos de autoconfianza y el éxito en el desempeño deportivo. Por ejemplo, Gould, Greenleaf, Lauer y Chung (1999) hallaron que la confianza (eficacia) se encuentra entre los factores principales que influenciaron el desempeño durante los juegos olímpicos de Nagano. En este estudio, se entrevistaron a 63 de los máximos exponentes de un amplio rango de deportes, de los cuales el 93% manifestó que tuvieron un gran nivel de autoconfianza (Weinberg y Gould, 2007).

En otras publicaciones, además se manifiesta el énfasis en la importancia de tener un buen grado de autoconfianza como habilidad psicológica, la cual se vuelve determinante de la personalidad del individuo a fines de optimizar el rendimiento. Por ejemplo, Estanqueiro (2006), menciona además que la autoconfianza es una señal de autoestima y base de la motivación. Es por tanto, una actitud que ejerce una influencia positiva en el desarrollo personal y en relación con los otros.

Este autor también considera que una persona con autoconfianza aprende a ver los problemas como desafíos y persiste a pesar de los obstáculos, sabiendo que así podrá alcanzar sus objetivos.

Buceta (2004), comenta que un buen manejo de la práctica deportiva puede favorecer que los deportistas confíen en sus recursos para afrontar las demandas de los entrenamientos y las competiciones.

La autoconfianza se caracteriza por una alta expectativa de éxito. Puede ayudar a los individuos a activar emociones positivas, estados mentales como el optimismo, y así facilitar la concentración, establecer metas adecuadas, aumentar el esfuerzo, focalizar sus estrategias de juego y mantener el momento. En esencia la confianza puede influenciar las emociones, la conducta y las cogniciones (Weinberg y Gould, 2007).

Tipos de autoconfianza.

La investigación de Vealey y Knight (2001, citado en Weinberg y Gould, 2007), ha revelado que como muchos otros constructos de la personalidad normal, la autoconfianza puede ser multidimensional y consiste en varios aspectos: “confianza con respecto a la capacidad física, las habilidades psicológicas y perceptivas, adaptabilidad, condición física y nivel de entrenamiento, aprendizaje potencial y toma de decisiones”.

Siguiendo la línea de multidimensionalidad de la autoconfianza, se puede hablar por tanto de una autoconfianza específica respecto a situaciones concretas y de una autoconfianza más general o global, que indicaría el nivel de confianza en los propios recursos ante cualquier situación conocida o novedosa (Buceta, 2004).

Cox (2007) ha propuesto una idea similar a la anterior. Manifiesta que la autoconfianza general, es un rasgo o una disposición de la personalidad la cual facilita la vida cotidiana, mientras que la autoconfianza especifica se refiere a la confianza que se tiene el sujeto para creer que podrá realizar con eficacia el movimiento o la acción requerida.

Siguiendo esta línea de pensamiento, Weinberg y Gould (2007), mencionan que en esencia la autoconfianza podría ser algo que se siente hoy y por tanto ser inestable, lo que hablaría de un “estado de autoconfianza”, o podría ser parte de la persona y ser muy estable, lo que hablaría de una “característica de rasgo de autoconfianza” (Weinberg y Gould, 2007).

Weinberg y Gould (2007) comentan que específicamente parece haber varios tipos de autoconfianza dentro del deporte:

Falsa autoconfianza.

Se debe tener en cuenta este factor, porque en ocasiones los deportistas parecen muy seguros y confiados en sí mismos, pero en realidad, enmascaran un problema que posiblemente perjudique su funcionamiento.

Así podemos encontrar que cuando las manifestaciones son rígidas y excesivamente optimistas en función de la realidad de los hechos, existe una disposición mínima a contemplar otras alternativas y el deportista evita analizar posibles dificultades, es muy probable que se esté tratando con una autoconfianza falsa.